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viernes, 29 de abril de 2011

Tornando a la mar

Hai na vida los marinos un momentu que repitese una y otra vegada. Vas viendo comu pasen los díis y va averándose la fecha na que finen les vacaciones. Sabes que ta al llegar, y llegará. Suena'l teléfonu y date'l cuerpu un respingu. Ye un númberu de Madrí. ¡¡Tas jodíu rapaz!! Tiés que tornar pa la mar.

Atrás vas dexar la familia, la muyer y los nenos. Vas dexar la tu tierra, la que te vió ñacer y la que fizo por facete comu yes. Dexes a la xente conocío. Cielu d'orbayu, montes verdes y valles estrechos. Ensenada de Llumeres, llugarín de reflesiones nuecherniegues a la lluz de la pipa ya'l faru Peñes. Pueblín de Tudela, el que foi, nun ye, pero quier volvelo a ser. Valle'l Nalón, Sierra del Cuera. Tou queda atrás.


Delantre t'espera nun sabes bien el qué. Percorrer el mundiu metíu nun trastu de metal con les mesmes trece cares tolos díis. Asina mes tres mes. Rusia, l'Africa prieta, el cáucasu o el Maghreb. Canales nos Países Baxos, biesques infinites nel bálticu, doblar el cuernu d'oru a la vera Santa Sofía, baxo les muries del palaciu Topkapi, isles griegues d'erma piedra y rala yerba. Poblados de miseria, exotismu y malaria nel golfu de guinea.Vieya Europa, moza América. Entá nun sé a quien me tocará ver.


Muncho de viaxar, pocu de conocer. Terminales petrolíferes, plataformes y pantalanes. Unes hores, cargar/descargar y a la mar. Dalguna vegada, si la suerte acompanga, aportar a un puertu nel que puedas baxar tres o cuatru hores, facer un puquiñín de turismu, mercar un recuerdu y pocu más. Y ye que comu dicin los vieyos que navegaren dellos años atrás, esto ya nun ye lo que foi.

Delfinos, ballenes blincado les agues, asoleyando'l so esplendor, pexes qu'esnalen, la mar ferviendo pola morralla o allumando la nueche en verde fosforescencia al pasu del barcu. Si la nueche ye clara quiciaes se pueda ver dalgunes de les ñubes de Magallanes, multiples fugaces o la Cruz del Sur. Aurores boreales, el sol de medianueche. Trombes y tormentes, la mar cubierta espluma y foles que azoten el barcu cubriéndolu d'agua. Doblar el cabu les tormentes y ritos de pasu nel Ecuador. Coses de marinos. 


Coses de mariñán, comu de marinánes ye la señaldá. Sentise emigrante ensin país d'acoyía. Rodiáu de mar con mil metros d'agua baxo los pies. Unes semeyes, una bandera, munchos recuerdos. Algo a lo que agarrase nos díis tristones, nos que te sientes solu y nagües por ver a los tuyos. Esto siempre va con nos. Nunca nun nos pué faltar na maleta.

 Mañana ya taré, de nueves, embarcáu. 90 díis por delantre. Una vegada más.


P.S.- Gracies a la xente que-y prestó esti preyuetu de blog. Dientro unos meses, cuando'l trabayu lo permita, seguiremos con elli.

jueves, 28 de abril de 2011

Borrando las huellas de nuestro pasado

Es cosa común en nuestra sociedad el cometer desmanes contra la naturaleza, el paisaje o nuestra Historia invocando a los espíritus del desarrollo, el progreso y el bienestar, sin tener en cuenta que muchas veces estas palabras no sirven más que de capa con la que disfrazar la especulación, el negocio y la ignorancia.

Han visto nuestros ojos como a desaparecían castros entre la polvareda levantada por los barrenos de las canteras, túmulos arrasados por modernos aerogeneradores, bosques de hayas y castaños centenarios aniquilados por las madereras, siendo seguidamente sustituidas por tristes plantaciones de eucaliptos. Ve esta tierra nuestra como los intereses económicos escudándose en la prosperidad instan a destruir las bellas lagunas de Salave buscando el oro que no pudieron extraer los romanos. Urbanizaciones en la costa llanisca, tan monstruosas como ilegales, con las que enriquecerse unos pocos a costa de la herencia de tantos. Qué decir de aquella salvajada del castro de Llagú en Latores, cuando unos desconocidos arrasaron los restos del castro que impedía la expansión de una cantera. Destruido el castro la cantera, que curiosamente era la que vigilaba el yacimiento, obtuvo la licencia para continuar la explotación. Creo que nunca acabaría.

Semeya tomáa prestada de www.tiatordos.net proyecto 366 (mui recomendable de visitar pa los amantes d'esta tierrina nuestra)
Hoy parece que otra amenaza especulativa, otro negocio redondo para unos caballeros que no ven más allá de su coche y su chalet, se cierne sobre una huella de nuestra Historia, Historia reciente pero Historia. Algo que ha marcado esta tierra a sangre y fuego y que formará parte del legado de los asturianos futuros como ya forma parte del nuestro. Entre Colloto y la periferia del Oviedo moderno se encuentra una pequeña loma. Una loma cubierta de vegetación, de prados en los que aún pasta el ganado, de casas unifamiliares. Se llama esta loma Las Matas, y en ella, ocultas por la vegetación y el olvido, descansan huellas de hormigón y acero de nuestra guerra civil.

La posición fortificada de Las Matas (o La Mata), perteneciente al anillo republicano con el que se cercó al Oviedo nacional, es una de las más espectaculares que se pueden ver en Asturies, tanto por su extensión como por el estado de conservación.

Cerrando por el Este el cerco a la ciudad de Oviedo y controlando la antigua carretera nacional a Santander, la posición de Las Matas se podía considerar un punto fuerte de la línea que venía desde Abuli pasando por
Les Peñes y la Bárcena, proseguiendo por La Blima, Les Matuques, La Carisa y otras localidades en dirección a Fitoria, con una zona fortificada avanzada en La Monxina, frente al hospital psiquiátrico de La Cadellada.


En la parte inferior de la posición se abre la primera de las galerías de tiro, totalmente cubierta por la maleza pero a la que todavía es posible el acceso. Tiene esta galería, además de diversas aspilleras para la fusilería, dos tambores para armas automáticas. De paredes de ladrillo y techo de hormigón armado, con aberturas para la ventilación. A medio camino se ve, medio derruída lo que debía ser una galería que comunicaría con otras trincheras superiores, proporcionando otra vía de acceso. El tambor situado más hacia el sur esta también parcialmente derruido. Por el suelo quedan visibles las huellas de la guerra que aún hoy se libra en esas trincheras; jeringuillas o fundas de sanikits nos recuerdan que el infierno para los hombres no se acabó en octubre del 37.


Subiendo por la colina encontramos la segunda línea fortificada, apenas visible desde el exterior salvo en un par de tramos debido a la acumulación de cotolles y tierra. Se accede a esta galería por el extremo este, donde, inmersa en un marasmo de vegetación, todavía se vislumbran un par de tramos de trinchera abierta con muros de ladrillo. Al poco de entrar a la galería entramos en el primer nido de ametralladoras, en muy buen estado, con la meseta casi entera y dos troneras. Aquí podemos encontrar la inscripción que un miliciano, Avelino, dejó el 2 de agosto del 37. Continúa la línea zigzagueando y ascendiendo ladera arriba unos 50 metros más por lo menos.


Más atrás, formando una tercera línea, en un terreno abierto en el que hoy pastan las vacas, encontramos un búnker que serviría de puesto de mando de la posición o depósito de municiones, con un tambor en la entrada derruido por el paso de los años y el peso de la techumbre de hormigón. A su lado se abre una sala cuadrada donde estaría el puesto de mando o la santabárbara. Por el prado, uniendo una posición con otra, totalmente colmatadas, se aprecian los bordes superiores de los muros de ladrillo que dibujaban las trincheras blindadas hace 75 años. Unos metros más arriba del puesto de mando se abre una segunda galería don aspilleras para fusiles, de no mucha longitud, pero que daba paso a través de una galería excavada en la roca al segundo de los nidos de ametralladoras que hay en la zona. Esta galería está cegada por sucesivos derrumbes, y al nido hay que acceder a través de un boquete practicado en la cobertura de hormigón, encontrándonos con un bunker con dos troneras y con la meseta para las armas automáticas totalmente destruida. Más arriba existe un bloque de hormigón que podría ser el techo de un tercer nido de ametralladoras.


Finalmente podemos encontrar las posiciones artilleras. Actualmente la maleza ocupa buena parte de las posiciones, de las que sólamente son visibles los muros laterales, pues las cubiertas fueron destruidas en la posguerra por el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones para extraer los railes del encofrado ante la escasez de metal en los años del aislacionismo y la autarquía. Quedan en pie también las galerías que comunicaban las cuatro casamatas entre sí y con el exterior.


Este conjunto fortificado está ubicado en los terrenos en los que se pretende levantar un conjunto residencial que se publicita como Ciudad Jardín de Colloto. No hace mucho tiempo la urbanización de amplias zonas del Este de Oviedo desembocarón en el arrase de importantes líneas de trincheras y fortificaciones en Prado de la Vega. Esperemos que de algún modo se pueda conseguir que este desarrollo tan bestial, en unas ciudades que, sin apenas crecer en número de habitantes, ven como sus límites siguen y siguen expandiéndose para regocijo de especuladores y políticos sin importar lo que ese crecimiento traiga consigo en forma de deterioro arqueológico, natural y paisajístico.

viernes, 22 de abril de 2011

Viaxe a los raigaños

Tola xente tien dalgún llugar au siente que tan los sos raigaños aunque nunca nun naciere o viviere n'elli. A mi pásame esto col Reculañu, un pueblu del valle Tudela que pertenez a la parroquia de Bendones, y que-y dioi nome a una raza xente, los reculaños, xente bravo de fuerte xeniu y mala hostia.



Ye'l Reculañu un caseríu de tres cases allugáu ente agües y biesques, separtau del resto'l mundiu pola muralla del ferrocarril. Un llugarín que aunque averao a Uviéu nun apaez nos mapes, un llugarín nel que ya nun vive xente. Un requexu abandonáu pol home y que col pasar de los años va desaniciándose ente les solombres de la natura. Regueros de agua claro, enllenos piscardos y truchines, que ya nun mueven molín, piedres somorguiaes pol verdín que guarden pa si la hestoria d'una xente desapaecía.



Camín del Reculañu. Siguiendo la caleya que trescurre al llau les víes del tren más de mediu kilómetro, a la vera'l Nalón, baxo un cielu gris y el orbayu, atopamos la puerta que nos adentra n'esti mundiu pasáu; mundiu que muerre poquiñín a pocu col trescurrir de los díis. Un mundiu nel que les sebes van tremando lo que antaño yeren güertes o praos ya les enredaeres van xintando nel so sen les muries les cases, dalguna les cuales entá nun tuviere cayío dellos años atrás.


La hestoria del Reculañu de güei ye la hestoria que percorre los montes y valles astures, nos que delles aldees y caseríos van cayendo nel suañu l'escaezu, mientres les histories de la xente que elli naciere, viviere, amare y morriere dílense ente'l aire que azota les muries desnudes de les cases.

Toos tenemos el nuesu Reculañu, el nuesu llugarín del alma. Nun lu dexemos morrer. 











viernes, 15 de abril de 2011

¿Un molde de fundición castreño?

El pasado 12 de marzo salí con un grupo de la asociación Arama 36/37 a visitar una serie de fortificaciones de la guerra civil en los concejo de Salas, Grao y Belmonte. Estando en unos de ellos, a lo largo de un cordal al sur de la Sierra  las Traviesas, formando parte de una muria de un prado, en su parte superior, me llamó rápidamente la atención un bloque arenisco con una inscultura de clara manufactura humana. Tendría una longitud de entre 15 y 18 cm, una anchura de 5/6 cm y una profundidad de unos 3 cm, completamente simétrica. Desde el primer vistazo me pareció encontrarme ante un molde de fundición de cronología castreña.

Como aficionado a la arqueología tengo la manía de, cuando voy por el monte o por zonas rurales, ir fijándome en las piedras de las casas o las murias, los sillares de las cabañas, en busca de grabados o cualquier cosa fuera de lo normal, en las peñas de los montes en busca de grabados, en los collados buscando túmulos, etc. Por eso cuando aparece algo fuera de lo normal uno rápidamente se emociona pensando en haber dado con algo nuevo.


En los días siguientes al hallazgo me dediqué a investigar un poco a fin de dotar de mayor contenido a lo que en principio sólo es una suposición mía. encuentro que en el pueblo de Alava, distante poco más de 1 km en línea recta, existe un castro catalogado relacionado con explotaciones mineras romanas, al tiempo que encuentro que en aquella área existen numerosos yacimientos mineros romanos. Normalmente, en los castros relacionados con los yacimientos mineros, además de labores de control del territorio, se llevaban a cabo trabajos de metalurgia, tanto para la elaboración de herramientas como para el primer transformado de los metales extraídos de las explotaciones.

Seguidamente, y aprovechando la reciente reapertura del Museo Arqueológico de Asturies, en Uviéu, pude observar de cerca alguno de los moldes de fundición expuestos, que aunque más refinados en su manufactura presentan similitudes evidentes, así como los lingotes de bronce del depósito de Gamonéu, que por su forma recordaban la de la concavidad del bloque arenisco.


Por último, puse en conocimiento del arqueólogo del Principado el hallazgo con fotografías y coordenadas, a fin de que un personal más especializado pueda estudiar la piedra y emitir un juicio sobre el origen y finalidad del mismo, ya sea el por mi propuesto u otro totalmente distinto, de cronología moderna e interés escaso. En sus manos está la cosa. Esperemos que pronto la pregunta inicial quede contestada.


jueves, 14 de abril de 2011

¿Por qué soi republicanu?

Fai güei 80 años que se proclamara la II República Española con grande allegría y escandalera pola xente de tol país. Foi un día que dio pasu a un períodu convulsu, manchau de sangre y barru, que dexó más d'un millón de muertos, munchos d'ellos entá enterraos nes cunetes. Munchos foron culpables, en menor o mayor magnitú, dende los anarquistes que naguaben por una revolución social más completa hasta la derecha, que nunca nun creyó na República, y que dende los sos escaños llucharon a degüellu pa dir minando los cimientos d'una obra ta fraxil.

Dellos años convulsos que finaron nun golpe d'estáu fracasáu y una guerra civil total que algamó una resonancia internacional como nenguna otra alcanzara enxamás. Unos años nos que, pese a quien yos pesare, algamáronse munchos derechos que güei nos paecen de lo más normal, pero que n'aquelles dómines yeren punteros a escala mundial: llibertá de prensa, de reunión, de relixión, divorciu, abortu, igualdá home-muyer, etc...quier dicir, fai 80 años tiníen lo que güei tenemos, lo que significa que llevamos perdíos 8 déquedes d'evolución nos derechos sociales.

Por eso soi republicanu. Porque creo nun sistema alternativu, creáu al rodiu los homes pol so valer, non pol so nacer, un sistema que nos faiga iguales dende'l nacimientu, y que nos permita dir algamando metes pol nuesu puxu y'al nuesu valer. Un sistema nel que les relixiones queden nel ambitu priváu de ca ún. Un sistema del pueblu pa'l pueblu.

Por tou esto, güei comu ayeri

¡¡¡Viva la República!!!












jueves, 7 de abril de 2011

Excursionandome por el Mazucu

Día totalmente despejado, con el sol achicharrando. Menudo día pa irse de monte pero uno va cuando puede y no necesariamente cuando quiere. Aunque ya estuve varias veces por la zona nunca había intentado encaramarme a esa mole calcárea que es la Peña Blanca.

Tras pasar un tiempo en coche, dejando atrás Posada, llegamos al Altu de la Tornería. Lo primero el monolito conmemorativo de dos aviadores alemanes muertos en el 37 al ser derribado el avión que tripulaban. Aunque algunas ya un poco borrosas, todavía se leen los nombres, sus lugares de nacimiento y fechas. Subimos a la cumbre de enfrente y encontramos las primeras trincheras controlando el acceso desde Llanes y desde las cumbres más meridionales del cuera en dirección al Mazucu. Al otro lado de la carretera más trincheras, y casi al borde de la cuneta dos vainas de fusil, del 7,92 del año 36, y un proyectil del mismo calibre.

Al llegar al Mazucu foto obligada a la campana/bomba de la ermita, así como a una bomba de aviación colocada de adorno a la entrada de una casa. Hablamos con la gente y nos indican el camino.


La subida brutal. Casi siempre monte través entre peñedos de roca caliza y cotoyes, dejando poco a poco atrás distintas brañas con cabañas, las más de las veces, en estado ruinoso. El sol cae a plomo y sólo nos alivia la brisa, ligera, que sopla. Rodeando jous en medio de los roquedos uno no puede menos que maravillarse de cómo, hace 74 años, un puñado de milicianos resistió durante días y días los embates de la artillería, la aviación y las columnas navarras. Sólos, entre las peñas.

Durante el recorrido, entre las rocas aparece medio obús de artillería, y más cerca de la cumbre hasta 6 vainas. Y eso sin realizar ninguna búsqueda concienzuda. Desde arriba la vida alucinante, se veía desde Llanes hasta Ribeseya, el valle de Caldueñu, El Mazucu y muchos otros pueblos.


La bajada se hace mejor, monte a través y con unas pendientes enormes. A medio camino encontramos una fuente de agua fría, buenísima, y un bebedero para el ganado que deparaba una sorpresa: dos hermosos ejemplares de Triturus Alpestris, el más bonito de los tritones astures.


Ya en el pueblo, refrigerándonos del calor en el refugio del chigre del Mazucu, amena charla con el camarero, que nos cuenta historias de cómo la gente del pueblo, allá los años 40, bajaba todo lo que encontraba de metal para venderlo, entre ello el avión alemán derribado, así como múltiples bombas y otras cosas. Y para muestra un botón, una granada de piña que saca de un estante y nos deja ver.


Un día de montaña y un pequeño paseo por nuestra historia. Una buena jornada para ir acabando las vacaciones.













lunes, 4 de abril de 2011

Entamando: me presento


Entamo n'esti mundiu de los blog pa dar mi visión de les coses, pa dar a conocer los mios intereses o les mio esmoliciones. Soi asturianu, y siento lo astur como un cachín de mi. Por eso escribiré, delles vegaes, n'asturianu, otres, en castellán. Según lo sienta. Y ye que aunque pa mi la mio fala ye'l asturian, tamién lo ye el castellán y si nunca nun renegué del primeru, tampocu lo fice del segundu.

Soi asturianu xixonés, tudelanu y reculañu. Dellos raigaños cincaos n'esta tierra. Emocióname l'orbayu, los cielos grises comu'l plomu, el verde intensu de los montes y los praos. Arrechome coles andancies de Gonzalo Pelaez, cola Sangre d'Ochobre, colos milicianos del 36. Sientome herederu de los homes que forxaron el clater desta tierra. Xente que siempre lluchó polo de so, xente que siempre tuvo que lluchar dende abaxu, escontra fuercies mayores, a sabiendes que nada más tiníen que facer que perder, con honor, con honra y con orgullu, pero siempre perder. Asturies, tierra de grandones, tierra de perdedores. Y yo siéntome un d'ellos. Nun reniego.

Préstame la Hestoria, la Ñatura, la música y les tradiciones. Préstame lo vieyo, lo arcano, aunque vivo no moderno. Siento que ñací na tierra na que tuviere que ñacer, pero no nel tiempu. Quiero falar de dólmenes y túmulos, grabaos en piedra y pintures rupestres, castros y castiellos, ilesies y palacios. Quiero falar de hestories, de tradiciones, de música asturiana. De montes y valles, pueblos y llugares. Quiero falar de tou aquello que me fai ser quien soi.


Sirva pues esti entamu pa dar pasu a esti nuevu mundiu que se abre ante mi. 


¡¡Adelante!!